S
|
Si algo debo agradecer especialmente a mis padres, entre otras muchas cosas, es su preocupación por
darme una buena educación. Desde bien pequeño hemos oído eso de “No seas
maleducado”, “Eso no se hace” o eso otro de “Mira tu hermano qué bien se está
portando y tú…” (eso último no gustaba demasiado pero uno debía callarse no
fueran a empeorar las cosas).
Fuente imagen: 2.bp.blogspot |
Pasados los años, aún con tiernos recuerdos latentes de la infancia, creemos firmemente en los consejos de nuestros queridos ancestros y, lejos de crear nuestras propias normas, seguimos repitiendo aquéllas mismas frases. Es curioso… En esto no somos demasiado innovadores, ¿verdad?.
Esta educación, esta forma de “saber estar” no sólo debes
aplicarla en tu entorno social, sino que es de obligado manejo en los entornos
2.0 teniendo en cuenta que en la red se persiguen tres objetivos muy bien
definidos, tanto si son empresas como si no, para obtener resultados
apetecibles:
- Información:
En primer lugar, para crear nuestra propia base de datos a través de la suma de contactos y usuarios de nuestros espacios que, además, se emplea para definir y afinar nuestro target y perfil. También de la competencia, el sector, etc, si se trata de empresas o profesionales. Estos datos se manejan de forma cualitativa y cuantitativa: en cuanto a la percepción por parte de los usuarios y contactos y las menciones en la red (de los medios, competencia, imagen de marca, si hablamos en un ámbito profesional); posición en la red, datos de audiencia y seguimiento, etc, respectivamente.
- Buena imagen:
Que nos garantiza la permanencia en este universo virtual tan apasionante de las redes sociales y que debe trabajarse para adecuar y mejorar con la evolución de las mismas. Es un valor a cuidar en el día a día. De nada sirve que te esfuerces sobremanera durante unas semanas y luego abandones tus logros dejando tus sitios y perfiles a la deriva.
- Fidelización:Para mí, sin duda, es la más gratificante. Se produce cuando los usuarios y seguidores de tu espacio se convierten por sí solos en defensores de tu marca personal, de tu marca de empresa. De esa forma se produce el efecto “evangelización” que, además de favorecer la expansión en la red, incluso llega a crear un halo de complicidad con algunos miembros afines.
Si, además, eres capaz de motivar aprendiendo de los que te
rodean, si eres proactivo en cada pensamiento que compartes y, además, eres
receptivo y abierto a tus propios errores, serás un magnífico usuario de la red
y, si fuera el caso, un excepcional community manager si te preparas porque la materia prima ya la tienes. Bien de una u otra
forma, ojalá ese día esté entre tus adeptos y podamos compartir los mejores contenidos
2.0.
Yo, por mi parte, después de siete meses en el Universo 2.0, no tengo más que agradecer a todos y cada
uno de mis casi dos mil contactos de las redes sociales esos momentos tan
agradables que me brindan, llenos de entretenimiento y de afecto recíproco. Llámame romántico o "sensiblón", pero aún
me ilusiona leer los mensajes de Linkedin, ver un nuevo “Te sigue” en Twitter o
un “Me gusta” en Facebook; me encanta que te encante cuando escribo y recibo un
aviso en mi bandeja de entrada con tu recomendación del post… Ojalá también se pudiera dar un “Te quiero”,
un “Qué guay” o un “Millón de gracias” como contraprestación a todo lo que recibo de los amigos
de la red.
“ 100 días y UN MILLÓN
de gracias ”
Porque esta semana se cumplen los primeros 100 días de mi
blog, un espacio donde me gusta hablar contigo de futuro, y supera con creces todas
mis expectativas. Ya sé… Podía haber dicho “100 días y 20.000 gracias” (casi las mismas visitas que ha recibido), pero es
que contigo quiero ser muy generoso.
Intentaré seguir aportando optimismo, frescura y
originalidad a mis entradas y compartirlas contigo como he venido haciendo
hasta ahora.
Lo dicho, un millón de gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario