21 de marzo de 2016

El "no" que cambiará tu vida

C
Cómo cambia la vida, cómo cambian nuestras vidas… De hecho, de niño, los síes nos rodean por todos sitios, salvo cuando aparecen peligros –llamémosle así- a los que nuestros mayores temen más que nosotros mismos. Un sí tras otro que han hecho de ti y de todos nosotros un arma de indecisión masiva hasta que das paso a tu propia personalidad, a tu carácter. Entonces, todo cambia…

Pasas de la superprotección a la ansiedad incontenible de querer descubrir el mundo por ti mismo e incluso, llegado el caso, comértelo. Cosas de la ida. ¿Quién te iba a decir a ti en aquéllos años que hoy ibas a ser quien eres y, sobre todo, que ibas a hacer lo que estás haciendo.


Algunos, ilusos, soñaron con ser algo más allá de sus posibilidades. Ojo, no digo esto porque no fueran capaces de hacerlo, sino porque nunca se plantearon el justo esfuerzo para conseguirlo. Y es que, amigo mío, como bien sabes: la vida no regala nada.

Otros, nisiquiera se atrevieron a soñar y quedaron a la espera de acontecimientos, como meros espectadores de su propia vida. Eligieron para ésta un argumento plano lleno de grises e inundado de conformismo. Para ellos, mi más sentido pésame. Nunca sabrán lo que realmente valen.

Entre el SÍ y el NO nos hemos movido y así seguirá siendo, sin embargo, resulta paradójico que siempre asociemos un “sí” a lo positivo y un “no” a lo negativo. Y, en mi opinión, no es del todo cierto porque… Hay noes que cambian la vida.

Del sí guardo, al igual que tú, posiblemente, gratos recuerdos. Y hablando de recuerdos: ¿recuerdas la primera vez que tus padres te dijeron sí a tu primera noche fuera de casa o al primer viaje con tus amigos?. Hay algunos que no se olvidan. Como el de tu primera pareja o qué me dices ante el sí de tus padres a tu insistente y cansina ansiedad por tener tu primer ordenador personal (personal=para ti sólo), o que te dejen estudiar lo que te gustaría estudiar para llegar a hacer (incluso ser) lo que siempre has deseado.

Pero, ¿y del NO?. ¿Será posible que cuando te pregunto por él, recuerdes sólo lo negativo en tu vida?. Ese no que te coartaba a realizarte como persona, ese no que te levantaba muros para alcanzar tu meta, ese fatídico no que incluso pudo llegar a romperte el corazón.

Y si te pones a pensar, es probable que hayas recibido más noes que síes en tu vida porque, sí, cierto, la vida no es fácil. Pero, con tu permiso, déjame que huya del catastrofismo y te diga que sin ser fácil, es la mejor vida que podrías vivir y que, sencillamente, es maravillosa. Máxime si tienes en cuenta que sólo tendrás una por vivir y una sola oportunidad para disfrutarla.

En este sentido, quisiera darle la vuelta al NO y presentártelo como una oportunidad, como un valor en alza, como un interruptor para activar tus sueños. Créeme, el NO está lleno de fuerza si te lo propones. Y tu actitud, para conseguirlo, tiene mucho que decir.

Para el no ajeno nunca se está preparado y, por norma general, siempre vienen de personas que te sobreprotegen o, en el peor de los casos, de personas tóxicas que ven la vida como nunca deberías verla tú: bajo el prisma de la negatividad. Esos hablarán de tus carencias, de tus errores para empequeñecerte y te repetirán una y otra vez que no llegarás, que no serás capaz y nunca podrás porque, simplemente, no vales lo suficiente.

A ellos, por decoro, permíteme que no les responda – por guardar las formas- porque no quisiera perder ni un minuto de mi tiempo y, aún menos, del tuyo, en darles la satisfacción de sentirse importantes. Para ellos, un regalo: mi indiferencia. ¿qué les regalarás tú?.

Yo, para ti, guardo el mejor NO, ese que te cambia la vida, que te hace crecer como persona, que te llevará a cumplir tus metas, incluso tus sueños… Eso “no” con mayúsculas y en voz alta que retumba a tu alrededor, a modo de onda expansiva, y que te hace más fuerte. ¿Sabes ya a cuál me refiero?.

Ese “NO”suena cuando dices “No me rendiré” , “No pienso huir” , “No voy a fracasar” , “No renunciaré”. A todos esos noes, y a otros como ellos, guárdales un lugar que se merecen en tu vida porque tienen el poder de cambiarla hasta hacerte sentir libre y, lo más importante, feliz.

Con tu permiso, para terminar, déjame que te regale una frase de Charlie Chaplin, o mejor, dos, que te ayudarán tanto en tu vida personal como profesional:

“Nunca renunciaré a la libertad de equivocarme”.

“Sé tú y sé feliz pero, ante todo, sé tú”.




Y ahora, ¿qué no harías tú por un NO de los de verdad?

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