26 de marzo de 2014

No me conformo: veo sombras en la red



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Las redes son, sin duda alguna, el entorno más generoso que he conocido. De hecho, te diría que es el lugar donde nunca dejarás de tener la sensación de estar acompañado. Tanto cuando deseas estarlo como cuando no, tanto si quieres recibir "visitas" como si no, tanto si te gustan las personas que están al otro lado como si no, las redes sociales son un una fuente de compañía constante.

Por eso, tú eliges lo que quieres hacer cuando te pones frente a un ordenador o dispositivo móvil, tú y sólo tú decides a quien deseas dedicar tus mejores palabras pero, atención, luego no digas que no te conformas. 
 


En ocasiones, veo sombras en la red... Veo cómo algunos usuarios anteponen su irrefrenable afán de acumular RT y MeGusta en Twitter y Facebook, respectivamente; veo reflejos de su obsesión por coleccionar -perdón por el término- seguidores y amigos como si fueran cromos.


No está bien que yo lo diga, porque disfruto de tu compañía, de tu interés y, sobre todo, de tu consideración. Y es por eso que desde el agradecimiento y el respeto me atrevo a dejar caer algunas cuestiones como:

  • ¿Abrirías las puertas de tu casa 2.0 a cualquier persona?.
  • ¿Te diriges a todos en general cuando decides compartir una foto?.
  • Y la más importante, ¿Sabes por qué estás en las redes?.


Seguro que conoces a personas que han dejado de "seguir" a otras (UnFollow) porque no les han devuelto el esperado "FollowBack". O bien, que ya no comparten contenidos de ciertos contactos porque ellos no han compartido los suyos propios...


Ante esto, ¿sabes qué te propongo?. Sé tú y olvida el resto: si te gusta compartir, hazlo sin exigir reciprocidad; si te gusta hacer amigos, no exijas amistad; si te gusta agasajar, no esperes respuesta... Hazlo, pero hazlo bien y desde el corazón. Eso te llevará a no negativizar tu presencia en la red. Estoy seguro que el que te vea y lea sabrá valorar lo que eres capaz de aportar a los demás.


Aunque es un tema controvertido, a veces tabú, dudo que esté exento de recibir, cuando menos, algún comentario por tu parte (o por la mía) en el que se puedan exponer claramente algunos conceptos. Por ejemplo, ese que he etiquetado como el más importante: el motivo de tu presencia en la red.


No todas las personas coinciden a la hora de valorar su presencia en la red y, aún menos, de determinar el interés que le ha movido a dar el paso porque cada uno ha decidido formar parte de ella por distintos motivos y con objetivos diferentes. No te quepa la menor duda.


Hay quien desea compañía y quienes desean difundir su obra. Están los que buscan el protagonismo que no consiguen en la vida real y los que se apuntan al 2.0 por imperativo profesional. Y también están aquellos que les gusta compartir por el mero hecho de compartir. Dejo también un hueco para aquéllos que están, simplemente, porque otros están (¿?). Si te fijas bien, haciendo examen de conciencia, todas ellas son muy válidas y, en mayor o menor medida, aunque cueste reconocerlo... Me quedo ahí para no herir nuestro ego.


Fuente imagen: servicioentresdimensiones
En cualquier caso, las cosas hay que hacerlas con sentido común y con un objetivo claro. A partir de ahí, hay que marcar una pauta de comportamiento y plantear el "para qué" estar en las redes sociales como un camino a la consecución de ese objetivo, sea el que sea.

¿Qué dirías si te planteo una lista de contactos útiles?. Ya no me refiero sólo a nivel profesional, sino en tu propio foro personal. Yo me siento atraído a pensar que deberían aceptarse invitaciones o “amistades” de contactos siempre que sean beneficiosas para ambas partes. Ya sé que de todos se puede aprender. Y para que no te resulte chirriante, ampliaré el significado de “útil” con algún ejemplo:


Ponte en situación: una señora de avanzada edad, que está recibiendo un curso de internet en el centro de mayores de un pequeño pueblecito de la campiña francesa ; un joven, recién licenciado en Bellas Artes, de Australia; y, por último, una ingeniera aeronáutica, multilingüe, empleada en una multinacional americana.


Aparentemente, no hay nexos de unión que puedan justificar una “relación útil” porque, inicialmente, nada tienen que compartir que pueda suscitar interés entre ellos. Y si así fuera, ¿tiene algún sentido sumar un contacto, seguidor o amigo a la red?.


Y que conste que podemos darle la vuelta si le echamos imaginación: pongamos que la señora mayor es la madre de la ingeniera que, casualmente, trabaja en la misma compañía donde trabaja el recién licenciado en Bellas Artes por la especialidad de diseño que está haciendo prácticas en el departamento de Marketing de la sede que tiene dicha compañía en Australia.


Ahí lo dejo para que, si lo deseas, dediques un minuto de reflexión y te plantees de nuevo esas tres preguntas.


En cualquier caso, haré hincapié en el estricto sentido de la generosidad que da color a las redes sociales y que abre puertas a todos aquellos que, como tú y yo, estamos por la labor de compartir.


Se me viene a la cabeza una frase muy particular que, además, me trae gratos recuerdos y harán disipar todas las sombras que veas en la red si lo deseas (espero que te guste):



¿Compartimos?

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