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Es cierto que cuando tienes una entrevista de trabajo
programada todos te desean mucha suerte y gran parte de ellos te darán un consejo gratuito sobre la importancia de un
lenguaje oral y corporal adecuados y, muy especialmente, sobre la actitud para
afrontar la misma. Pero no es menos cierto que ésta debe ir acompañada de
“sustancia” para que tu candidatura sepa a algo más y no pases desapercibido y, en consecuencia, descartado a primeras de cambio.
Pero entonces… ¿Actitud o sustancia?. ¿Qué aportar a esa
entrevista que puede suponer tu gran oportunidad de futuro?.
A decir verdad, tu actitud y, especialmente, tu grado de motivación son vitales a la hora de hacer frente a una entrevista pero –como decía un profesor de Física en mi adolescencia- es “condición necesaria pero no suficiente”.
Conocer tu potencial, al mismo tiempo que tus limitaciones
para no caer en la autocomplacencia del éxito seguro (craso error, por cierto),
te ayudará a establecer unas líneas de trabajo a la hora de preparar la
entrevista. Sí señor, he dicho “preparar la entrevista”. ¿O acaso a estas
alturas alguien cree que una entrevista es una cita para tomar una cerveza con
un amigo en el que los temas surgen por pura inercia?. Además, a tu amigo
puedes regalarle una mentira piadosa o presumir de algo más de lo preciso; en
una entrevista, eso nunca deberás hacerlo (hay que recordar que la mentira
tiene las patas muy cortas).
Conocer al pie de la letra tu historia laboral, incluyendo la cronología de tus competencias profesionales, junto con algunos datos de la empresa contratante si la conoces, es lo
Fuente imagen: comocombatir |
Dependiendo del puesto a cubrir, una entrevista suele durar
de 30 a 60 minutos, (incluso llegar a los 90, aunque no es habitual) y, en ese
tiempo, quizás llegues a considerar que alguno de ellos tenga más de sesenta
segundos llegando a convertirse en eternos, especialmente cuando son varios los
entrevistadores.
En cualquier caso, tanto para 30, 60 ó 90 minutos, tanto si
son varios o uno los entrevistadores, tanto si es un puesto de directivo o de
auxiliar, ¿te has llegado a preguntar alguna vez si el entrevistador desea
escucharte decir, enumerar más bien, todas tus experiencias profesionales?. Yo
te contesto: NO.
Entonces, dirás…
¿Y de qué hablo en la entrevista?.
Ofrécele una nueva versión de tu currículum que no se aleje
del argumento original. Éste no quiere palabras huecas, desea que aportes nuevos contenidos, que le digas
lo que hiciste en cada una de esas experiencias profesionales, que le cuantifiques
si puedes los resultados y éxitos obtenidos. Incluso me atrevería a decir que
algunos recruiters comienzan a valorar los fracasos si éstos se han superado
con éxito (parece incongruente, juntar las palabras fracaso y éxito, pero no lo
es) porque pones de manifiesto tu capacidad de superación.
Fuente composición: expo2015contact.virgilio |
Y si durante la entrevista padeces constantes preguntas o
alusiones referidas a esos fracasos o a las debilidades que pueden deducirse de
tu CV, no te amilanes y contraataca con comentarios sobre tus éxitos y virtudes
que han sido, son y serán garantías suficientes para hacerles frente o superarlas.
Saber vender y venderse es un arte que va más allá de una actitud positiva o una
gran dosis de motivación (te invito a que leas una visión particular de cómo venderse)
y si a ello añadimos que debemos hacerlo en un tiempo limitado, a veces récord, precisa de una mayor disciplina a la hora de prepararse la entrevista.
Te ayudará a plantear la misma el leer detenidamente la
oferta e incidir en el perfil deseado para conocer el grado de coincidencia con
el tuyo propio; sólo así estarás preparado para presentar de forma óptima tu
candidatura y establecer tus argumentos de “defensa” en caso de ser necesarios;
por otra parte, deberás disponer de todos los datos posibles sobre tu vida laboral
que no figuren en el currículum escrito que has hecho llegar al entrevistador.
En resumen, actitud y motivación, porque debes aliarte con
lo mejor de ti, despejar tus posibles dudas y huir de cualquier sentimiento
derrotista o contrario a tu capacidad para llegar a éxitos futuros. Pero, sobre
todo, aporta valor a la entrevista con contenidos que no conozca tu
interlocutor, sorpréndele y que te pueda distinguir del resto de candidatos.
Haz que tus comentarios muestren y potencien tus habilidades y competencias más
valoradas para el perfil solicitado para ganar puntos a tu favor.
¿De qué hablarás en tu próxima entrevista?
4 comentarios:
Internet está cambiando la manera de hacer las cosas en casi todo, ya la mayoría de empresas miran tu perfil en LinkedIn, donde el que solicita un profesional puede realizar cortes por edades, situacion geografica, etc... Para dar con el perfil de candidato que mas le guste, y todo desde la red social, donde lo debes tener al máximo de detalle sobre ti, alguna página personal como about.me, e incluso algún vídeo creativo de curriculum subido a YouTube, donde puedes mostrar tu creatividad, relacionada con tu profesión. En fin, esos montones de papeles encima de la mesa son historia
Sin duda, las nuevas tecnologías lo cambian todo. Evidentemente, el mundo de los recursos humanos y de las empresas no pueden quedar fuera. Sin embargo, nunca hay que olvidar por completo las fórmulas más tradicionales.
Gracias por tu comentario, Joaquín.
Yo siempre digo: que nosotros estemos en las redes no significa que todo el mundo lo este.El CV aún es la hheramienta principal y las redrs sociales algo complementario, teniendo en cuenta que depende del perfil. No es lo mismo un SEO donde las redes si es su principal cv, que una aux administrativa o una dependienta de carniceria. David, gran post, yo añadiría simplemente conocer tu curriculum, saber lo que has puesto en el.
No te falta razón, Lidia, al decir que el CV sigue siendo una herramienta fundamental en el reclutamiento de personas, aunque no menos cierto es que cada vez con más frecuencia se contrastan y amplian datos del candidato a través de las redes sociales.
Si me permites, más importante que el CV y el 2.0, en mi opinión, es el 1.0.
Gracias por tu comentario, Lidia.
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