Seguro que no conoces a nadie al que de niño, no se le haya
acercado un mayor y le haya preguntado: “A ver, hijo, ¿tú qué quieres ser de
mayor?”. Ese es y ha sido siempre un momento mágico en el que la pasión, la
imaginación y la ilusión se disparan apuntando siempre a lo más alto.
Desconozco el por qué pero resulta un tópico enmarcar entre las profesiones más
“deseadas” las de policía o bombero, las de piloto o astronauta, la de
futbolista o cantante o, rizando el rizo, la de príncipes o princesas… Vete a
saber.
Después, con los años, llega la cruda realidad y comienzas a
tomar conciencia de que, inexcusablemente, para conseguir algo debes luchar por
ello y, por norma general, mucho más de lo que imaginabas.
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Fuente imagen: tekseedh |