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Seguro que tienes, al igual que todos, un lado “bueno” en el
que se realzan tus virtudes o, visto desde un prisma diferente, un lado menos
bueno en el que se guarda algún defecto. Pero no seré yo quien ponga nombre a
los defectos -¡faltaría más!- sino todo lo contrario. Mi intención es poner en
valor tus puntos fuertes, o intentarlo, al menos, en un entorno meramente
laboral, explícitamente profesional.
Si te pones guapo/a para ir a una fiesta, no menos arreglado
te presentas a una entrevista pero… ¿Has pensado que hay algo antes de la
entrevista?. Algo muy, muy importante que debes tener en cuenta y que, en
cualquier caso, siempre es preludio de ésta. ¿Sabes a qué me refiero?
La imagen dice mucho de ti, habla de tus valores, adelanta tu
potencial e incluso define tu actitud a aquellas personas que pueden
facilitarte ese empleo que buscas con mayor o menor empeño, con mayor o menor
necesidad. Decir que debes cuidarla resulta poco más que una obviedad; decir
que debes “trabajarla” y definir tu perfil profesional de la forma más
coherente es, simplemente, una obligación. En este sentido, volviendo a la
cadena de acontecimientos ordenados en el tiempo, no hay que dejar de
establecer prioridades.
Entiendo que el objetivo fundamental es llegar al
reclutador, es “arrancarle” la entrevista y, en este sentido, no hay más de dos
simples pasos para llegar a él:
En primer lugar, definir tu perfil profesional, además de un
mero listado de tus datos personales, conocimientos y experiencia laboral, supone
sacar a la luz tus competencias, habilidades, potencial y objetivos que darán
valor a tu candidatura. Por tanto, afina bien pues, en función de lo que
cuentes, tendrás mayor o menor éxito y, así, quedarás retenido en las sucesivas
cribas de cada proceso (ten en cuenta que cada vez es más frecuente los filtros
automáticos a la hora de la criba de CV, dado el alto número de candidatos en
cada proceso de selección). Emplear palabras “clave” en la narración del mismo
para que sean detectadas ayuda bastante.
Tras la definición del perfil, evidentemente, llega el
diseño y ejecución del CV óptimo y, por supuesto, su difusión. No en vano, si
no se difunde, de poco serviría (por cierto, permíteme recordarte la definición
de “óptimo”: que es extraordinariamente
bueno o el mejor, especialmente en lo que se refiere a las condiciones o
características de una cosa, por lo cual resulta muy difícil o imposible
encontrar algo más adecuado (fuente: Wikipedia).
Tanto se ha hablado del diseño del CV que no quisiera entrar
en tópicos o resultar repetitivo. En este blog, sin ir más lejos, he comentado
la que sería mi visión más profesional de un CV para apostar en la difícil
carrera hacia el empleo. Por eso, voy a perfilar el perfil, voy a rizar el rizo
y voy a atender a detalles que se suelen pasar por alto o, simplemente, se
omiten porque no se le dan la importancia debida.
Sobre bullets, viñetas y numeración… Ayudan a definir y
separar conceptos, si bien es cierto que no debe se debe abusar de ellos y,
mucho menos, emplear diseños llamativos . Por ejemplo, mejor [ · ] ó [ - ] que [ [
] ó [ é
], así como con la numeración o cualquier otro tipo de elemento diferenciador.
La sobrecarga no es positiva para tus objetivos y si deseas llamar la atención
del reclutador, que sea para lo bueno y no para… Exactamente.
Los colores definen en muchos casos tu “marca personal”
pero, al igual que en el caso anterior, la discreción, la moderación, es
primordial. Si te ves en la necesidad de remarcar o destacar apartados de tu CV
y no te basta con usar Negrita o Cursiva , podrás –repito, sin abusar- de
un segundo color que contraste de forma moderada con el texto en su conjunto.
Evita estridencias. No es lo mismo escribir en [negro y azul oscuro ] que hacerlo en [ azul
y rojo
]. Resulta evidente.
En cuanto a la fotografía, leerás de todo dicho por todos.
Cada uno tiene su opinión y te invito a que valores todas ellas. Si bien es
cierto que yo, como no podría ser de otra manera, te haré mi recomendación al
respecto:
Hay quien apunta que en el CV actual, en el CV moderno no se
debe insertar foto de perfil, incluso apuntan que puede generar impresiones
equivocadas y/o limitar posibilidades. Aunque soy partidario de colocar fotografía,
considero que esa opción podría ser válida sólo en determinados casos de CV de
candidatos de perfiles técnicos concretos (ya sea ingeniero informático,
cirujano o fontanero, por ejemplo) pero en puestos en los que la imagen “importa”
de manera especial, en aquéllos puestos de atención al público, de relación
directa con el cliente y, en especial, vinculados a departamentos comerciales,
sin duda, la fotografía no sólo es importante sino necesaria.
Para terminar, me gustaría añadir un punto más que cobra
relevancia desde hace muy poco tiempo para acá. Se trata del “extracto”, a modo
de sinopsis de tu candidatura, que algunos entendidos consideran recomendable
incluir en el CV (y no siempre es posible). En este caso, me sitúo en el
peldaño del escepticismo teniendo en cuenta que en la entrevista no sólo debe repasarse el CV a petición del reclutador sino que deben desarrollarse todas
aquéllas competencias, hablar de los logros conseguidos en tu vida profesional
en cada una de tus experiencias profesionales y lo que puedes ofrecer en la
posición para la que deseas postular.
Hay muchos más detalles pero, sin duda, la mayoría los
descubrirás por ti mismo: ya sea por la lectura de consejos de especialistas,
ya sea por tu incansable afán de mejora o por la necesidad que obliga a
utilizar todos tus recursos y los que tu entorno te proporciona. No niegues la
mayor, ni te rindas a la evidencia, a veces, sólo a veces, tu instinto es capaz
de sacar lo mejor de ti. Toma todo aquello que mejore tus posibilidades de
empleabilidad, todo lo que refuerce tu actitud y te haga fuerte ante los retos que
te planteas.
Al final, lo vas a conseguir. ¡Ponte en marcha!
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