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Por tu bien, hay cosas que debes hacer y, a medida que sumas
años, te sobran motivos para no olvidar ciertas premisas que constantemente te
recuerdan desde tu entorno. Cuántas veces habrás oído eso de “¡Cuídate!”, o el
tan conseguido “Los años no perdonan” o el malsonante “A tu edad…”. Pues podría
añadir muchas más expresiones y, sin embargo, voy a restar peso a esas palabras y razón a quienes las dicen. ¿Sabes por qué?.
Con lo que has leído y antes de explicarte con detalle… Permíteme que insista:
Si quieres VIVIR con mayúsculas, no puedes dejar de leer esto y, aún menos, dejarlo en el olvido. Ojo, a pesar de los pesares…
Con lo que has leído y antes de explicarte con detalle… Permíteme que insista:
Si quieres VIVIR con mayúsculas, no puedes dejar de leer esto y, aún menos, dejarlo en el olvido. Ojo, a pesar de los pesares…
El motivo, sencillamente, no es otro que combinar esos conocimientos con la realidad y adquirir nuevas experiencias a las ya vividas en el entorno que toca vivir. Así es, “Experiencia”, un valor en alza que no todos son capaces de vislumbrar, que todos anhelan y que casi nadie se atreve a dejar pasar por alto (casi nadie) porque en ello les va su apuesta de futuro.
La pregunta que hay que plantearse más allá del cómo es desde dónde, es decir:
¿Desde dónde se adquiere la
experiencia?
Hay dos formas de darle paso y, en mi opinión, sólo dos, que son, sencillamente, contundentes y de tan fácil comprensión que te invitarán a la reflexión:
En primer lugar, desde una actitud negativa, que te llevará directo
a la inmovilidad o la desidia. La negatividad en tu forma de percibir la
realidad conduce a una sobrealimentación de los miedos y las fobias que te van
a impedir avanzar. Pasarás directamente a la parálisis por el análisis y tu
visión de futuro se reducirá notablemente.
En segundo lugar, desde una actitud positiva, abierto a nuevas y grandes expectativas para las que no serás capaz de escatimar determinación, mostrando la mejor versión de ti mismo. Es la forma de romper con estereotipos, de adquirir nuevas habilidades y competencias y afianzarlas. Sin duda, estarás de acuerdo conmigo en que… Exactamente, así es.
Por tanto, es fundamental que sigas una línea de motivación adecuada a tus expectativas personales y profesionales –también denominada, en conjunto, “Felicidad”- si quieres ir abordando y superando las metas marcadas hacia tu objetivo final. En este sentido, hay muchas formas de motivarse y, sin llegar a buscarlas en tu entorno o más allá de él, te invito a que las busques y encuentres dentro de ti.
El error y el fracaso puntual no debe hacerte retroceder, sino fortalecer tus convicciones a
la hora de volver a enfrentarte a los obstáculos que no has
podido salvar con anterioridad pues hay algo con lo que no cuentas y que antes
no tenías pero ahora sí. Me refiero a la experiencia. Cierto, más o menos
traumática, pero válida y muy útil que te hará tomar decisiones con mejor
criterio.En segundo lugar, desde una actitud positiva, abierto a nuevas y grandes expectativas para las que no serás capaz de escatimar determinación, mostrando la mejor versión de ti mismo. Es la forma de romper con estereotipos, de adquirir nuevas habilidades y competencias y afianzarlas. Sin duda, estarás de acuerdo conmigo en que… Exactamente, así es.
Por tanto, es fundamental que sigas una línea de motivación adecuada a tus expectativas personales y profesionales –también denominada, en conjunto, “Felicidad”- si quieres ir abordando y superando las metas marcadas hacia tu objetivo final. En este sentido, hay muchas formas de motivarse y, sin llegar a buscarlas en tu entorno o más allá de él, te invito a que las busques y encuentres dentro de ti.
El error y el fracaso puntual no debe hacerte retroceder, sino fortalecer tus convicciones a
A veces podrás llegar a pensar que no merece la pena tanto esfuerzo o sufrimiento pero, nada más lejos de la realidad, podrás comprobar que la recompensa a tu constancia tendrá la mayor de las recompensas: por una parte, la autosatisfacción y la sensación del deber cumplido; por otra, la posibilidad de saborear el éxito.
Motivación, esfuerzo, sufrimiento, fracaso, éxito… Mucho más que palabras, son síntomas de la propia vida, del día a día. Y es curioso, que sin ser una enfermedad, los eruditos y experimentados en la materia hayan coincidido en que tiene un único tratamiento para su cura: ILUSIÓN, al menos, DOS veces al DÍA.
Levántate con ganas de comerte el mundo antes de que te coma él a ti y no dejes de acostarte sin dedicarte la mayor de tus sonrisas porque, créeme, no hay nadie como tú.
Porque te lo mereces... ¡Hoy va por ti!
P.D.: Permíteme una recomendación: arrímate y aprende de los especialistas que tienes a tu alrededor. ¿A quiénes?. Sí, me refiero a los niños, los maestros en este arte de la ilusión.
2 comentarios:
Feliz Navidad, David!,😃🌲😍
Gracias, Luisa. Que así sea... ¡Para todos! ;) (y)
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