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Si pudieras pedir tres deseos es probable que no titubearas lo más
mínimo en decirlos, sin embargo, si sólo pudieras elegir uno de ellos, la cosa
cambia... O no, quién sabe. Lo que es cierto es que si no crees en los genios y
sus lámparas, si desconfías de la magia y temes que el País de Nunca Jamás es,
al menos en parte, ficción, darías lo que fuera por conocer más detalles, una
pista de cómo llegar a él. Da igual si es material o no, pero no me cabe duda
de que tu felicidad o parte de ella depende de ello.
Tanto en lo personal como en lo
profesional estamos sometidos a una serie de carencias que la vida nos obliga a
un constante esfuerzo por remediarlas. Siempre queremos más y más, ¿verdad?.
Siempre quieres más y más. No me extraña, como decía Quevedo, "lo mucho se
vuelve poco con desear otro poco más" y, en términos de felicidad, nunca
es suficiente.
Fuente imagen: desmotivaciones |