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En muchas ocasiones has oído que la realidad supera la
ficción y te habrás preguntado si es cierto. Es posible, a fin de cuentas, la
ficción no es más que una extensión de la propia realidad. La vida, además de
acaparar el elemento sorpresa para algunos, también es el resultado de los
actos para otros y, en este sentido, cobra mayor relevancia la cuestión
anterior.
¿Estás hecho pa-ciencia ficción o prefieres marcar y
definir el género de las escenas de tu propia vida?. Pues en este caso, sólo
hay dos tipos de individuos: los que se atreven y los que no.
Con tu permiso, siempre, voy a ponerte tres de los
innumerables momentos que puedes vivir en torno al sutil mundo del empleo, los
recursos humanos y las empresas; tres figuras que juegan un gran papel en tu
vida y en la de todos nosotros. Y, además, les pondré los siguientes títulos:
Bailando con Pymes
Siempre has querido mejorar en tu vida profesional y, sin
embargo, no siempre las circunstancias te lo han permitido. ¿He dicho
circunstancias?. He querido decir tus circunstancias y tú mismo no os lo habéis
permitido: tú mismo, porque no has creído en ti lo suficiente para apostarlo
todo y entrar en acción; las circunstancias, evidentemente, porque son las que
deberían motivarte a tomar las mejores decisiones para cada momento.
No es fácil, lo sé, máxime cuando siempre hay otras personas
que se convierten en “influencers” que te puede aupar hacia el éxito o, a lo
peor, hundir en la más absoluta de las desgracias.
Composición propia. Fuentes imágenes: jobssy & mubis |
Nada mejor que encontrarse a un verdadero profesional en
el trabajo que sepa compartir sus conocimientos y experiencia y, sobre todo, sacar
lo mejor de ti, especialmente, cuando éste tiene un rango superior al tuyo en
el organigrama de la empresa. En esos casos, entrar en acción se convierte en
un reto apasionante.
Pero, ¿y si no es así?. Pues cuando la influencia es negativa
se propicia un ambiente enrarecido que invita a ser paciente y pasar de nuevo a
la acción: o arreglas la situación incómoda de forma razonable o vas buscando
otro trabajo (siempre es recomendable comenzar por la primera)
Es entonces cuando nos convertimos en seres de otra
especie en comenzamos a bailar con lobos, a buscarnos la vida de empresa en
empresa poniendo como señuelo a nuestro mejor YO. Has leído bien, al mejor; no
es necesario que te guardes ningún as en la manga.
El hombre que susurraba a los recruiters
Y entre señuelo y señuelo, también intentas llamar la atención de los recruiters (mal, muy mal andamos si esto no sucede). Al
principio, comienzas a susurrarles todo lo que has hecho y olvidas contarles lo
que sabes o estás dispuesto a hacer por cazar la que podría ser la oportunidad
de tu vida.
Composición propia. Fuentes imágenes: xcelus & wikipedia |
Y cuando ves que pasa el tiempo y aún no interpretas el
papel protagonista en tu propia vida, llegas a pensar que no eres lo bastante
bueno para el puesto (craso error). Te diré algo: el hecho de que no hayas
hecho algo no significa que no seas capaz de hacerlo y, en mi criterio, tus
competencias y capacidad para abordar nuevos roles debes dejarla definida ante
cualquier empresa o recruiter.
Y sigues susurrando, y susurrando, hasta que empiezas a
subir el tono de voz y el de tus palabras, empiezas a creer en ti mismo –echando
mano al tópico manido y ñoño- “más que ayer y menos que mañana”. En estos
momentos es fundamental mantener un nivel de cordura y coherencia que no te
confunda sobre lo que eres y puedes llegar a hacer porque pasarías a un terreno
peligroso y desconocido: te adentrarías en un mundo completamente ficticio.
En busca del empleo perdido
A medida que te vas conociendo, que te vas formando, te
vuelves más paciente y sigues susurrando porque sabes que no todo está perdido
(y si alguna vez te lo ha parecido, ha sido ficción) y ahí fuera hay mucho que
buscar, mucho que encontrar. Pero, eso sí, hay que buscarlo.
Composición propia. Fuentes imágenes: theguardian & taringa |
De nada sirve decir que hay mucho que hacer si no das el
primer paso y entras en acción y, tanto si deseas cambiar de trabajo como si
estás desempleado, hacer de tu búsqueda de empleo un trabajo bien programado y
con gran dosis de disciplina.
A veces, he visto la búsqueda del "empleo perdido" como un puzzle en
el que hay que encajar las piezas, todas las piezas, para ver el resultado
deseado pero en el que, igualmente, hay que ser intuitivo, resolutivo y, cómo
no, paciente. Sí, como un puzzle que, para unos, es de 500 piezas y para otros
es de 5.000 ó más.
Pero lo mejor de todo es que, al final, añadiendo esos ingredientes
y un método de actuación, siempre llegarás a concluir con éxito. Depende,
repito, de tu destreza, disciplina y capacidad para alimentar tus habilidades y
competencias, para gestionar tu tiempo y tus propios recursos.
Siendo claros ejemplos de éxito… ¿No te gustaría ser un
Kevin Costner para las empresas, o un Robert Redford ante los ojos de los
recruiters o, a lo mejor, el Harrison Ford del empleo?
En cualquier caso, sé tú mismo pero interpreta bien tu
papel.
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