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La vida se puede medir en momentos vividos o en momentos por
vivir, en años disfrutados o perdidos, en etapas, en logros conseguidos o por
conseguir, en vivencias, en recuerdos perdidos y recuerdos guardados, en
sentimientos… Seguramente, te habrás atrevido a mirar atrás y sacar del baúl de
tu pasado las esencias que han ido marcando tu vida a lo largo de los años.
Cuando menos, resulta un tanto superficial limitar lo que has vivido a las ya manidas etapas de la infancia, la adolescencia, la madurez (y
la re-madurez) y, a lo mejor, la tercera edad cuando cada una de ellas ha
despertado en ti “cosas” que no sabrías cómo explicar en pocas líneas.
Composición propia. Fuente imágen: google |
Todas son especiales y tú, mejor que nadie, sabes cómo te gustaría hacerlo pero quizás juegue al despiste si te digo que no voy a hablar de ello porque no puedo entrar a valorar la importancia de las cosas en tu propia vida.
¿Has pensado cuánto te queda por hacer, cuántas personas por conocer, cuánto por vivir?. Sí puedo, sin embargo, apelar a tu actitud, a tu
vitalidad, a tu forma de ver las cosas, de aceptar la realidad y, sobre todo, a
tu capacidad de hacerle frente. Entonces, ¿hablamos?.
Habiendo puesto en evidencia que no voy a hablar de las fases
de la vida, sí voy a invitare a que repasemos las caras de la vida, las “faces”
de la vida:
La cara A, la primera y la más determinante, la de la Actitud,
la que hace una llamada a la cordura para no caer en el vacío de la desgracia
o, a lo peor, del olvido.
La cara B, la otra cara de la vida, conocida por muchos como
"boring" (aburrido) y que te convierte en el lado oculto que todos
saben que existe pero nadie ve. Paradójicamente, algunos llegan a creer que
eres invisible.
La cara C, que viene de la relación causa/efecto, es la
Causal. Es cambiante y varía según las circunstancias, haciendo que unas veces
estés de bien y otras mal, unas te sientas tú mismo y otras no llegues a
conocerte.
La cara D, es la que aporta chispa a la vida, la cara
Divertida, la que encuentra el lado gracioso de las cosas y te transforma en
una persona con buen humor, que es capaz de darle la vuelta como un calcetín a
aquello que pueda alejar de la felicidad bien entendida.
La cara E, es la del Entusiasmo, y suele venir acompañada de
una mirada iluminada, consorte de la primera y más determinante, pero que debes
controlar para no caer en la desmesura.
La cara F, la de la Fuerza, reservada para personas con
empuje y determinación, con carisma y con visión de líder, que saben de la
fuerza del todo sobre el individualismo absurdo.
La cara G, la que se te queda cuando todo te sale bien,
cuando encuentras el punto G a la vida, colmada de satisfacción de objetivos
cumplidos y éxitos alcanzados.
La cara H, de la Histeria, que provoca la aparición de tu
otro yo, el que aborda sin control, con mirada corta y huidiza abocando hacia
el fracaso.
Fuente imagen: afpbb |
La cara I, la de la Ilusión, la que alimenta el corazón y te
hacen pensar en el segundo paso aún estando en el primero.
Y con tu ayuda y la de todos me atrevería a llegar hasta la “Z”, sin
embargo, te voy a lanzar el reto de que aportes la “face” que más te guste, la
que más te sugiera, quizás, la que deseas inventar para ti y los tuyos, o para
compartir… Tienes todo un abecedario. ¿Cuál elegirías? .
Lejos de continuar, finalizo habiendo dejado en tu retina y
luego en tu memoria –espero- la importancia de ver el lado positivo de las
cosas, de ver la cara de la vida que te haga feliz y huir de las influencias
que sobre el atril de la experiencia se atreven a decir que no serás capaz de
triunfar, que no serás capaz de vivir tu vida, que no serás capaz de ser feliz…
Pues yo digo que sí, que eres capaz de eso y mucho más: todo
depende de ti.
¿Qué cara le pondrás a tu vida?
[Espero tu comentario]
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